REFLEXIÓN DOMINICAL
Evangelio: Mateo (25,14-30): No «enterrar» el futuro
Domingo XXXIII T.O. “Bien, siervo bueno y fiel”.
“Señor, sabía que eres
exigente, que siegas donde no siembras y recoges donde no esparces; tuve miedo
y fui a esconder tu talento bajo tierra”. Estas palabras del tercer criado de
la parábola reflejan bien la actitud de muchos cristianos ante Dios y su
responsabilidad en el Reino de Dios a favor de la humanidad. Para ellos, el
Señor es un amo exigente y arbitrario, que exige agobiantemente y sin medida, y
nos hace sentir esclavos uncidos a un yugo insoportable de mandatos y
culpabilidad.
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